lunes, 5 de marzo de 2012

Ejemplo de negocio creado por una mujer



Nora, veterinaria de profesión, decidió dejar de lado una de sus pasiones, los animales, y se animó a incursionar en un nicho de mercado muy diferente al abrir la primera unidad en México de la franquicia Gravity Pole, donde no sólo practicó su otra pasión, el pole fitness o 'tubo', sino que hizo un jugoso negocio con ella.
El pole fitness, una disciplina de acondicionamiento físico en la que se trabaja contra la gravedad, llegó a México a través de Jezabel Olmos, quien abrió en 2009 Gravity Pole Fitness Studio, la primera escuela de este tipo de acondicionamiento físico. Hoy es la creadora del único sistema de franquicias en el país de pole fitness.

Desde la apertura de la primera unidad franquiciada de Gravity Pole, comandada por Nora, el concepto ha resultado un éxito por satisfacer al amplio público femenino que está en constante búsqueda por perfeccionar su cuerpo.

"Parte del sistema es que todas las personas puedan hacerlo sin importar su edad, condición física, flexibilidad, resistencia y fuerza", asegura Jezabel Olmos, quien empezó a hacer de Gravity Pole un negocio de franquicias hace un año y medio.

Nora abrió la primera unidad de Gravity Pole en julio de 2011. Dos meses más tarde obtuvo más que buenos resultados: superó las proyecciones financieras planteadas y llegó a su punto de equilibrio.

El capital necesario para abrir una franquicia como ésta ronda entre los 450,000 a los 650,000 pesos.

"Puede ser que recupere mi inversión antes de los 18 meses previstos", dice Nora, quien no escatimó en los gastos de remodelación que hizo en el local, con tal de ofrecer un lugar apto para el cuidado de la salud.

Nora tiene 83 alumnas que pagan al bimestre 3,500 pesos por nivel y aún no cubre su capacidad.

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